Cine Sonoro

Historia del Cine

El registro de imágenes en movimiento fue una consecuencia de la invención del film para fotografía estática. El zoótropo de Horner y el praxinoscopio del francés Reynaud, creados a partir de la década de 1830, eran artefactos simples que lograban mostrar dibujos en movimiento.
Para funcionar aprovechan el mismo fenómeno del cine moderno: persistencia de imágen. Esta corresponde al tiempo (una milésima de segundo), que una imágen se mantiene en la retina. Si cada cuadro o fotografía de la secuencia que registra el movimiento se exhibe posteriormente a la velocidad adecuada, el intervalo entre un cuadro y el siguiente no se percibe, generando la ilusión óptica del movimiento.
La visión humana logra un buen registro de movimiento observando 10 imágenes por segundo. En el cine pofesional se graba y reproduce a 24 cuadros por segundo, asegurando que el movimiento se vea fluido.


La creación del primer film, en blanco y negro que reproducía movimiento, se atribuye al francés-americano Louis Le Prince en 1888.
Alrededor de 1896 era popular la proyección pública de imágenes estáticas. Se mostraban diapositivas de vidrio, entre las cuales se insertaba algunos cuadros con leyendas explicativas. Estos espectáculos eran acompañados con música en vivo, el cine aun era mudo y los proyectores operados en forma manual.

Invención del Cine con Sonido

El cine sonoro evolucionó desde reproducir sonido sincronizado separado del film, hasta combinar en la misma cinta ambas cosas.
En 1900, las películas se proyectaban con un sistema de sonido independiente, el cual se sincronizaba con el film. Se escuchaban narraciones, no existía diálogo y se requería bastante imaginación de los espectadores para comprender las historias.
Muchas filmaciones eran dedicadas a grabar hechos históricos y noticias, no mostraban ficción como ocurrió más adelante.

En 1907, el francés Eugene Lauste inventó un sistema óptico que permitía, grabar y reproducir sonido fotográfico. Al momento de la proyección, en la porción lateral de la cinta se encontraba una pista que era atravezada por una luz. La variaciones de luminosidad eran captadas por un sistema que las transformaba en impulsos eléctricos y luego en sonidos amplificados.
Esta invención tardó años en ser desarrollada comercialmente. Los europeos consiguieron hacerlo durante 1922 y, la primera película norteamericana de cine con sonido fue proyectada en 1923.
Aun existiendo este sistema evolucionado, los empresarios de la industria del cine continuaron realizando pruebas con diversas tecnologías que sincronizaban mecánicamente un disco de sonido con el proyector. Su ventaja, era la alta fidelidad de reproducción, cosa que el sitema óptico no conseguía.
Para 1926, los estudios cinematográficos avanzaban en la producción de "películas parlantes". Utilizando el sistema de disco sincronizado se proyectó el primer largometraje que reproducía música y sonido ambiental, pero no incluía voz.
Alrededor de 1935, la tecnología del sonido incorporado en la cinta mejoró de tal manera, que finalmente los estudios y cineastas terminaron utilizando este sistema como norma.